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APRENDE A SALAR LOS ALIMENTOS
¿Alguna vez os habéis preguntado cuándo y cuánto salar los alimentos?
La sal es un condimento realmente importante en nuestra cocina y en nuestra alimentación.
La sal no es más que cloruro sódico, el cual es un mineral. El cuerpo humano necesita varias decenas de minerales sin los cuales no puede estar perfectamente sano. La sal es uno de ellos.
Pero, además, se da otra situación curiosa, y es que el cuerpo no es capaz de almacenar grandes cantidades de sal. Es por esto que es tan importante el consumo regular de sal, para mantener a nuestro organismo perfectamente equilibrado.
Debido a la importancia de este mineral, hoy vamos a ver en qué momento debemos salar los alimentos y cuanto debemos salarlos. Digamos que lo que os describimos a continuación sería un calendario de la sal.
Cuándo salar los alimentos
En este punto entra la variable más importante: el tiempo. Lo primero que debemos determinar es el tiempo del que disponemos.
¡¡¡Socorro!!! ¡¡¡No tengo tiempo!!!
Hay buenas noticias. Los siguientes alimentos puedes salarlos justo antes de empezar a cocinarlos o unos minutos antes:
- Pescados no muy gruesos.
- Mariscos.
- Todo tipo de verduras que vayamos a asar.
- Huevos para freír o hacer tortilla.
- El agua que utilizaremos para cocer la pasta.
Todos estos alimentos puedes salarlos en el momento, aunque es muy recomendable si vas a hacer berenjena o calabacín los dejes salando 15 o 20 minutos antes.
Como habrás observado, no hemos puesto nada de carne en este punto. La carne deberíamos salarla con unas horas más de antelación, pero si no has tenido tiempo, no dudes en salarla también justo antes de empezar a cocinarla. El efecto será menor, pero más vale tarde que nunca.
Entre 8 y 24 horas de antelación
Estamos planificando que comeremos mañana, disponemos de más o menos 24 horas antes de comenzar a cocinar.
Esto son muy buenas noticias, vamos a poder salar con antelación y potenciar mucho el sabor del alimento en cuestión. La sal es necesaria para el organismo, pero también tiene la peculiaridad de liberar los aromas de los alimentos. Esto hace que al salar los alimentos con antelación entre en juego esa combinación de olor y sabor.
Si estás en esta situación no dudes en salar:
- Cualquier parte del pollo.
- Cualquier parte del pavo.
- Filetes de ternera gruesos tipo entrecot o solomillo.
- Codornices
- Pato
- Filetes y chuletas de cerdo.
- Legumbres en remojo.
2 días antes
Madre mía, tu sí que eres una persona previsora. Enhorabuena, estás planificando a largo plazo. La buena noticia es que te va a quedar genial el plato.
Con este margen de tiempo lo que vamos a salar son piezas grandes:
- Un pavo o ganso entero.
- Un pollo entero.
- Un costillar de cerdo para asar.
- Una pierna de cordero.
Como norma general, con dos días de antelación salamos alimentos de gran tamaño, ideales para celebraciones o cuando tenemos que cocinar para muchas personas.
3 o 4 semanas de antelación.
En este punto comenzamos a entrar en el terreno de la conservación más que en el del consumo inmediato de los alimentos.
Cuando salamos con tanta antelación, en la mayoría de los casos es por que deseamos conservar el alimento durante un periodo de tiempo relativamente prolongado.
Aquí entran principalmente las conservas de pescado. Algunos ejemplos de lo que puedes salar:
- Bacalao fresco.
- Filetes de sardina.
- Trozos de carne no muy grandes.
Te animamos a que pruebes a comprar unos lomos de bacalao fresco y los sales para conservarlos unas semanas. Te sorprenderá gratamente.
Meses de antelación
En este punto nos encontramos con la conservación de los alimentos en su estado más puro. Todo lo que salemos con meses de antelación y con gran cantidad de sal se conservará durante muchos meses e incluso años.
Como ya habrás intuido, entre estos productos se encuentra nuestro jamón. Una auténtica delicia.
Algunos productos que podemos salar con meses de antelación:
- Jamón curado.
- Cecina.
- Anchoas.
- Todo aquello que quieras conservar por si llega el fin del mundo.
Si has llegado hasta aquí, enhorabuena. Ya eres un experto en cuando tienes que salar los alimentos. Ahora veremos otra variable fundamental: la cantidad.
Cuánto salar los alimentos
Este es un punto controvertido, principalmente porque el principal juez a la hora de saber si un alimento está o no salado es nuestro paladar.
A continuación, incluyo una pequeña tabla que debes tomar como guía de referencia y nunca de manera estricta.
Ten en cuenta que hay muchos tipos de sal. Cada sal tiene una composición y sala de forma distinta. La tabla está pensada para ser utilizada con sal marina de uso común.
Siguiendo las cantidades de la tabla asegurarás que no te quedas corto ni te pasas de sal, pero como hemos dicho antes, para gustos los colores.
Un saludo. 200 Grados.