¿Cómo cocinar en Wok?

DESCUBRE TODOS LOS SECRETOS DEL WOK

En 200 Grados nos encanta probar nuevos utensilios. Hoy os traemos un espectacular artículo en el que os descubriremos todos los secretos del Wok. Su origen, sus formas, usos y las distintas preparaciones que podéis hacer con él en vuestra propia casa.

Seguid leyendo para descubrirlo.

Origen, formas y usos

El término Wok proviene del idioma cantonés, y significa “recipiente para cocinar”. Más sencillo imposible, no se rompieron mucho la cabeza. Sin embargo, esta sencillez en la definición nos da una idea de lo versátil que es en todas las cocinas asiáticas y la multitud de platos que podemos hacer con un él.

La forma tan característica del wok viene dada por la cultura china, ya que, en la antigüedad, las cocinas chinas tenían una apertura en la que encajaba perfectamente la base de este utensilio. Es por esto que el wok adquirió esta curiosa forma, más estrecho en la parte inferior y mucho más ancho en la superior.

Al tener esta forma, el wok se convierte en un gran aliado en la cocina, y no solo en la asiática, ya que nos permite cocinar grandes y pequeñas cantidades a la vez que controlamos como van cocinándose. Esto se debe a que su gran superficie de cocción conduce y mantiene el calor de un modo uniforme.

Actualmente podemos encontrar distintos tipos de wok, pero la mayoría tienen forma de bol y los lados un poco inclinados. Con asas redondas o con una única asa larga, normalmente de madera.

Algunos son antiadherentes, lo cual es una ventaja a la hora de limpiarlos, pero el resultado que se obtiene al cocinar en ellos no es el mismo que los tradicionales de hierro fundido o acero. También los tenemos de otros materiales como el acero inoxidable e incluso woks eléctricos.

Como veis, tenemos multitud de opciones, y desde 200 Grados os recomendamos un wok de 35 centímetros de diámetro, antiadherente y con el fondo llano. Con este tamaño tenéis más que de sobra para cocinar buenas cantidades.

Está claro que lo ideal sería uno de hierro o acero, pero la realidad es que la mayoría de las cocinas tienen vitrocerámica o inducción, esto hace que sea mucho más aconsejable la opción que os comentamos. Los woks de hierro y acero están pensados para cocinas de leña o gas.

A no ser que seáis unos auténticos expertos en cocina asiática hecha en wok, no notaréis la diferencia respecto al tradicional.

¿Cómo preparar un wok nuevo?

Cuando compramos un wok nuevo es aconsejable seguir una serie de pasos antes de estrenarlo.

Preparación para wok antiadherente y de acero inoxidable

  1. Llénalo de agua fría y añade dos cucharadas de bicarbonato.
  2. Hierve el agua de su interior durante 15 minutos.
  3. Ecurrelo bien y retira los restos con una espátula o una esponja suave.
  4. Aclara y sécalo totalmente.

Con este proceso eliminamos la fina capa de aceite protector y otros componentes que vienen de fábrica en los woks nuevos.

Preparación para wok de hierro fundido o acero ordinario (no inoxidable)

  1. Ponerlo en el fuego a muy baja temperatura.
  2. Cuando esté caliente, límpialo suavemente con papel de cocina y una gota de aceite.
  3. Repite el paso 2 hasta que los papeles salgan limpios.
  4. Límpialo con agua caliente.
  5. Aclara y sécalo totalmente.

¿Cómo cocinar en wok?

El wok es un utensilio tremendamente versátil. A continuación, vamos a ver las distintas técnicas que podemos hacer con él.

Hervir

El wok puede hacer lo mismo que una cazuela. Así que no dudes en llenarlo con agua o tu caldo favorito y ponerlo al fuego para que hierva con carne, pescado o verduras. Ten paciencia y deja que vaya reduciendo el líquido poco a poco.

Saltear

Añade un poco de aceite de oliva virgen extra y echa la carne, los fideos, el pollo, el marisco o cualquier alimento que quieras saltear. Remueve constantemente y conseguirás un punto de cocción perfecto, a la vez que conservas todo el sabor, color y textura de los ingredientes.

Rehogar

Marisco, pescados y carnes podemos cocinarlas directamente con sus jugos y nuestra salsa favorita. Simplemente baja el fuego y tapa el wok para que se cocinen lentamente y adquieran todo el sabor.

Freír

El wok es ideal para freír. Se necesita muy poco aceite, mucho menos que en una freidora o sartén convencional. Lo más importante es alcanzar la temperatura óptima, unos 160-180 grados y que no se tambalee a la hora de echar los alimentos.

Cocer al vapor

Llena la mitad del wok con agua y pon el cesto de bambú encima con los ingredientes a cocer. Asegúrate que el agua no toca el cesto.

Ahora solo queda que el agua comience a hervir, el vapor y el calor hará el resto.

Como habéis visto, el wok es un gran utensilio para realizar todo tipo de técnicas culinarias. Desde 200 Grados os animamos a que probéis a cocinar con él. Estamos seguros de que os sorprenderá y dará a vuestros platos favoritos un toque distinto.

Un saludo. 200 Grados.